LA PRESENCIA DE LA COCINA Y GASTRONOMIA EN LA ECONOMIA PERUANA

Sin duda que los datos que reproducimos en éste informativo, son indicativos de cómo, la cocina y gastronomía, gracias al extraordinario boom ocasionado dentro y fuera del país, ha llegado constituirse en herramienta importante para contribuir con el mejoramiento socio-económico nacional.

Al respecto los indicadores muestran aspectos dignos de resaltar. Cuando se habla de que la gastronomía estaría generando éste año, ventas de 45,000 millones de nuevos soles a través de los más de 66 mil restaurantes existentes en el territorio nacional y de toda la cadena productiva que comprende más de 5 millones de personas vinculadas de una u otra manera a nuestro patrimonio culinario, se está demostrando claramente cómo es que la actividad gastronómica participa en el crecimiento y desarrollo con una presencia significativa cercana al 12 por ciento en el Producto Bruto Interno (PBI) nacional.

Importante también es destacar la función promotora que ostenta con la creación de miles de puestos de trabajo impulsando el empleo y mejorando la calidad de vida de las familias peruanas.


En ese contexto, el gran beneficiado es indudablemente el sector turístico. Luego de más de diez años de trabajo intenso buscando posicionar la cocina y gastronomía peruana, si bien tímidamente aún, ya podemos visualizar señales claras de que nuestro producto emblemático se está convirtiendo en una oferta turística, cada vez más apreciada por los visitantes nacionales y extranjeros que buscan descubrir y saborear platos y bebidas locales así como también disfrutar de diferentes eventos donde puedan degustar y adquirir productos naturales y artesanales con tradición propia.

En tal sentido se hace evidente, especialmente para los gobiernos locales que, para que un destino turístico pueda resultar atractivo, ser autosuficiente y competitivo en este mundo globalizado y exigente, tiene que contar con una oferta gastronómica de calidad, en la cual los productos alimenticios característicos de la zona formen parte consustancial de ella. La gastronomía hace patente su concepto patrimonial y cultural y viene a funcionar como un elemento integrador y promotor de las comidas locales y base fundamental para poder emprender proyectos económicos y sociales.

Precisamente desde el punto de vista económico, la cocina y gastronomía se convierte en un elemento significativo para todos quienes están involucrados en la cadena productiva: agricultores, distribuidores, comercializadores, empresarios transformadores de los productos en comidas y bebidas y proveedores de servicios complementarios, actores de una rica, dinámica y valiosa experiencia capaz de generar nuevas y variadas actividades económicas estratégicas desde la generación de empleo productivo hasta el mejoramiento en la calidad de los servicios.

De esta manera, la gastronomía se ha revelado como una importante fuente de riqueza a través del turismo, cuyas tendencias en los últimos años han variado hacia la búsqueda de nuevas alternativas, más amigables con la conservación de la naturaleza, la protección del medio ambiente y la sensación de las tradiciones culturales, entre las que las expresiones culinarias tienen una presencia atrayente y preponderante.

Estamos pues, ante una manifestación trascendente para nuestro país, por lo que seguramente iremos analizando desde el punto de vista de su evolución y como contribuyente destacada a la economía y a la calidad humana.